>Nueva York es la ciudad más poblada de los Estados Unidos, dividida en cinco distritos cada uno de los cuales coinciden con un condado: Bronx, Queens, Staten Island, Brooklyn y Manhattan. La ciudad está llena de avenidas que van de un lado a otro por las cuales circulan coches y separan edificios. A uno de sus lados, el río Hudson que separa la ciudad de Nueva Jersey de esta.
>Hay un montón de rascacielos, nuevos y viejos. Estos últimos se notan por el deterioro de sus ladrillos mohosos, viejos, marrones y tristes. Pero de entre todos hay uno que se distingue fácilmente por su altura: el Empire State Building, uno de los rascacielos más altos de la ciudad situado en la intersección de la Quinta Avenida y la calle treinta y cuatro oeste, está decorado con hermosos ventanales que a medida que suben se hacen más pequeños y en lo más alto del cielo, reluce un palo puntiagudo que amenaza al cielo como si estubiese en guardia.
>La Avenida de Broadway contiene cuarenta grandes teatros profesionales con más de quinientas localidades. Es imposible dar un paseo por dicha avenida sin escuchar a algún hombre tocar el saxofón o un grupo de artistas callejeros que hacen como si la misma avenida tuviese vida
>El viejo puente del siglo diecinueve suspendido mediante cables de brillante acero, el famoso puente de Brooklyn, que conecta este distrito con Manhattan.
>Central Park, uno de los parques más visitados del mundo y una de las razones por la cual visitar Nueva York, bañado de árboles verdosos, amarillentos y de todos los tamaños y separados por lagos donde dan vida a miles de peces de colores.
>Desde los barcos que llegan a la ciudad cargado de pasajeros, se puede apreciar el rostro de cobre de una mujer de 46´05m de altura sosteniendo en su mano izquierda una tablilla que tiene inscrita en números romanos la fecha de la firma de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos (4 de julio de 1776). En su mano derecha sostiene victoriosamente una antorcha que antiguamente servía de faro a los barcos desorientados.
Sobre su cabeza descansa una corona con siete rayos que representan los siete mares y los siete continentes del mundo.
>Por no hablar de la ciudad de noche, que parece un arcoíris nocturno, lleno de luces.